martes, 17 de mayo de 2011

Realmente queremos escuchar?




Como ahora tengo tiempo, estoy intentando aprender y comprender todo lo que tiene que ver con el Social Media. Leyendo mucho, veo que hay una “consigna” que se repite constantemente: “Una de las características fundamentales en un Community Manager es que ha de saber escuchar”.

Me da la sensación que esta palabra, ESCUCHAR, adquiere una importancia muy relevante en todo lo que concierne a las redes sociales y sus formas de comunicarse. Está claro que si una de las virtudes de la red 2.0 es su capacidad para generar conversaciones, una parte muy importante de todo este tinglado es que sepamos escuchar.

Me salgo de la red 2.0 y me voy al “mundo analógico”. Tener en mente los cuartos de baños de vuestras universidades, cafeterías, locales de ocio nocturnos (y diurnos), etc…
Te sientas en la taza del retrete en cuestión (previa limpieza inicial!!) y te dispones a hacer “tus necesidades” (me está saliendo un post muy escatológico….), cuando de repente…., zas!!!, te encuentras con un verdadero universo de sabiduría, inteligencia e inventiva. Me refiero por supuesto a todos los escritos plasmados en la puerta que tienes frente a tus narices. Te pones a leer sin poder dejar ni una sola sentencia, consigna, burrada, etc….,

Siempre he pensado que en esas puertas se han fabricado los mejores tablones de frases donde la gente deja sus pensamientos con firma incluida (en cierto modo me recuerdan a muchos tuits que circulan por la red). Pues bien, en esa “plataforma de comunicación” lo que se da es que cualquiera puede entrar y “decir la suya”.

Y ahora vuelvo a la red 2.0 (con todas mis necesidades hechas).
Internet es el medio ideal para poder expresar tus ideas y pensamientos (como lo estoy haciendo yo ahora mismo). Sin embargo, la verdadera esencia de podernos comunicar en red es el poder generar conversaciones espontáneas y que éstas se puedan expandir y debatir. Y para que esto se pueda dar es necesario, no sólo tener la capacidad de poder expresarnos, sino, y creo que es lo más importante, de poder y saber escuchar el retorno de lo que hemos expresado.

Que yo comunique algo, de nada sirve si cuando recibo una contestación (es decir, que alguien me ha escuchado) no reacciono a esa solicitud. Entonces sólo se produce una comunicación en una sola vía, y en ese momento acabamos de fastidiar la verdadera esencia de la red 2.0.

A veces tengo la sensación que vivimos a una velocidad increíble y que con el paso del tiempo cada vez estamos obligados a hacer más cosas en el menor tiempo posible (el cortoplacismo, como diría Carlos Barrabés). Y esta sensación la veo reflejada de forma muy gráfica en las redes sociales. Y pongo dos ejemplos:

El primero se dio (aunque se da miles de veces cada día) en Twitter. Nacho Escolar @iescolar, es un prolífico periodista, bloguero y usuario intensivo de twitter. Bien, cada vez que publica algo en su blog, entra en twitter y enlaza su post para que se pueda leer. Como muchos de sus artículos versan sobre temas políticos, la polémica siempre está servida. Pues bien, el otro día hizo lo de siempre (anunciar en twitter su post) y en menos de un minuto ya había recibido una respuesta a su artículo (era una respuesta en negativo). Nacho, de una manera jocosa tuiteó el curioso hecho, cómo en menos de 1 minuto una persona tiene la capacidad de leer el artículo, meterse en twitter y dar respuesta?. Evidentemente, ese usuario no había leído el artículo, directamente había decidido “opinar” al respecto, supongo que bajo la influencia del historial “rojo” de Nacho.

El segundo ejemplo es una situación muy recurrente que se da en Facebook. Hay usuarios que tienen una ingente legión de usuarios. Este tipo de usuarios pueden ser o bien famosos o personas que destacan mucho en sus profesiones y son “generadores de opinión”. Estos usuarios suelen introducir en Facebook enlaces para leer en sus blogs, o simplemente enlaces de algo que han leído, les ha interesado y quieren compartirlo. Pues bien, a veces se da el curioso hecho de nada más publicar dicho enlace ya tienen un buen número de “ME GUSTA” activados….., curioso.

De hecho, esta “moda” que tenemos en Facebook de pinchar en el botoncito de Me Gusta ha abierto las puertas a la inclusión de virus, malwares a través de dicha red social.

Todas estas situaciones, graciosas creo yo, nos dan a entender que a veces tenemos la necesidad de participar en “algo”, en lo que sea, pero hay que participar. Y de hecho nos perdemos lo mejor de esa participación, que es el “escuchar”, el leerte esos contenidos, porque (por lo menos en los ejemplos que he citado) suelen ser de mucho valor.

Creo que es una situación que prácticamente todos nosotros hemos vivido (yo soy el primero que a veces me ha ganado el ansia por participar al placer por escuchar) y que, en la medida de lo posible deberíamos ir corrigiendo, porque los primeros beneficiados seremos nosotros.

Si habéis leído todo esto es que habéis ESCUCHADO (santa paciencia la vuestra).

Saludos cordiales.


David Alvarez.-








Foto tomada de:



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