martes, 27 de octubre de 2009

Funky Business


Hace 10 años me compré un libro un tanto “extraño”. Reconozco que lo empecé a leer pero no fui capaz de asimilarlo.
Era una época en la que ya estaba metido de lleno en Internet, no sólo como usuario, sino como profesional del medio. Por aquel entonces trabajaba como asesor comercial de un portal inmobiliario llamado Globaliza (http://www.globaliza.com/). Era el boom de la red, las startups surgían como champiñones, pero poco después la mayoría de esos champiñones se quemaron o, simplemente, dejaron de gustar.

Había mucha información, pero un tanto caótica, y mis inquietudes del momento eran todo lo que tuviera que ver con Internet.
Ví la portada del libro y me llamó la atención, lo compré y, lo reconozco, fue lo que llaman los expertos en marketing una compra compulsiva.

Dos suecos con la cabeza rapada y que predicaban que cualquier negocio debía ser “funky”. La propuesta, cuanto menos parecía atractiva.

Esta semana he empezado a releerlo y lo estoy entendiendo de modo diferente después de 10 años.
Hay una de las frases a modo de icono del libro que me gusta: “el talento mueve al capital”, y a esa frase enlazo otra: “si el conocimiento es poder, el poder está potencialmente en todas partes”.

En mi trabajo cada día lo veo y me reafirmo con estas afirmaciones, el mayor potencial y motor de la empresa en la que trabajo es el conocimiento y talento de sus empleados, en todas sus vertientes. Porque al final en mi trabajo lo fundamental es la venta, y la venta y asesoría en telecomunicaciones depende siempre al final del talento y capacidad de cada persona.

Os escribo un pasaje del primer capítulo del libro, creo que es muy agudo:

“Hemos ganado. Es la época del triunfo del capitalismo. Hemos conquistado el mundo, de Pekín a Baltimore, de San Petersburgo a Singapur. Los políticos occidentales apenas pueden ocultar su satisfacción al recorrer las bolsas de comercio en lo que otrora fueron feudos comunistas. A los empresarios les brillan los ojos cuando les presentan a empresarios chinos que han amasado fortunas de un día para otro. Desde la caída del muro de Berlín, se respira triunfalismo. El capitalismo über alles (por encima de todo).

Pero hay un pequeño problema. Karl Marx tenía razón…… ………. Estaban en lo cierto porque suscribieron la teoría marxista según la cual los trabajadores debían poseer los bienes más preciados, los medios de producción clave. Ahora es así. Tal vez siempre fue así y no fuimos capaces de darnos cuenta.
Los trabajadores controlan los principales medios de producción. La primera parte de la revolución ha concluido. Todos los trabajadores (los de las empresas de software de Francfort, los de los astilleros de Stavanger, los creativos de las agencias de publicidad chinas, los oficinistas de Sydney, los obreros de las fábricas de Los Ángeles, los intermediarios comerciales de Singapur….) emplean sus mentes, y a veces sus cuerpos, para crear nueva riqueza. En una empresa moderna, el 70 u 80 por 100 del trabajo de los empleados depende de su intelecto. El principal medio de producción es pequeño, gris y pesa alrededor de 1.300 gramos. Se trata del cerebro humano”

Os recomiendo la lectura de este libro, una manera diferente de ver los negocios.
FUNKY BUSINESS, de Jonas Ridderstrale y Kjell Nordström.

http://www.funkybusiness.com/

lunes, 26 de octubre de 2009

"Ni ha venido...., ni se le espera"


Imagínate que vives en un pueblo con menos de 500 habitantes, por lo que podríamos decir más que 500 habitantes, 500 vecinos. Porque todos se conocen.
Se produce un “conflicto político”, es decir, un levantamiento militar, y enfrenta a unos contra otros.
Toda esa situación genera situaciones dantescas, como que llamen a la puerta de la casa de un vecino, se lleven a esa persona y le hagan el “paseillo” (siempre me ha horrorizado esa palabra en ese contexto).
Una situación como esa, tan dura y cruel, describe en toda su esencia lo que muchos sólo han conocido a través de los libros de texto, documentales o películas: una Guerra Civil.

Una guerra siempre es deplorable, pero una guerra civil, además de ser deplorable es cruel y devastadora en el ámbito más doméstico de cada ciudadano, porque se enfrentan vecinos, familiares, personas con las que has convivido durante toda tu existencia.

En nuestro país se vivió una guerra civil hace tan poco, que todavía podemos sentarnos con personas que la vivieron en sus carnes y nos la pueden explicar de viva voz.

Pasado cuarenta años, y cuando el dictador murió, algunas personas de muy diversas tendencias políticas y con cargos de responsabilidad en esos difíciles momentos, hicieron esfuerzos muy evidentes por ser tolerantes, por respetar la diferencia de pensamientos.

Carrilo y Gutierrez Mellado fueron dos claros exponentes de ese perfil de personajes políticos que vivieron la Guerra de manera muy diferente y que al final de la dictadura tenían el mismo objetivo: impulsar, apoyar y defender la democracia.

Gracias a personas como ellos nos han dejado un legado que estamos obligados a mantener y mejorar mediante la convivencia civilizada y tolerante entre todos los ciudadanos.

Sabino Fernández Campo fue otra de esas personas que, con el paso de los años hemos ido valorando en su justa medida al ir conociendo su importancia y saber estar y actuar en esas horas tan críticas que vivió nuestra joven democracia en 1981.

Desde su discreción supo actuar en los momentos que así lo requería, y por ese motivo todos los que actualmente vivimos en libertad debemos de agradecerlo y recordarlo.

Ha muerto otro personaje clave de nuestra Transición, pero nos deja su actitud y convencimiento democrático, demostrando que no hace falta coincidir en las ideas políticas para admirar a la persona.

Gracias por todo, de parte de un republicano.

domingo, 25 de octubre de 2009

Internet atrae...., y distrae???


Sábado por la mañana, ducha relajada sin prisas por no ir a trabajar. Pongo la radio y escucho una conversación de contertulios en la Cadena Ser, y de repente salta la noticia: Joaquin Oristrell, director de cine y guionista, confiesa que ha tomado una decisión drástica en su vida cotidiana.
Ha solicitado la baja del servicio de Adsl en su domicilio. Los motivos que da son los siguientes: cree que Internet le hace perder muchas horas. Reconoce que es una herramienta muy útil, pero en su experiencia personal explica que le genera unas pérdidas de tiempo excesivas. “Busco una información irrelevante por Google y soy capaz de tirarme 3 horas….”

Creo que a más de uno se nos ha dado más de una vez esta situación. Sin embargo, lo especial de este caso es la decisión tomada, cortar por lo sano, fuera cualquier canal posible de comunicación por Internet, y ya veremos lo que pasa. Pero tiene un problema que agrava la situación…., sus hijos adolescentes. Generará esta decisión un problema familiar?, los hijos se rebelarán ante tal situación, o resolverán el problema mediante conexiones vía móvil, wifi, etc.???

La noticia, cuanto menos es curiosa, y más teniendo en cuenta que es una persona que forma parte de la vida cultural en sociedad….. Habrá que seguir el caso de cerca.